LSD

El LSD pertenece a los psicodélicos clásicos, que también incluyen la psilocibina, la mescalina y la DMT. El LSD se fabrica en un laboratorio y, por tanto, no es "natural". Por supuesto, tiene una fuente natural, que es el cornezuelo (Claviceps purpurea). 

Está clasificada como una droga ilegal en todo el mundo y los gobiernos lucharon duramente contra su uso, especialmente cuando hizo su gran irrupción en los psicodélicos años de 1960. Sin embargo, existe otra faceta del uso del LSD que es reconocida por la comunidad clínica. 

Otros nombres para el LSD son ácido, batman y bicho. La droga también se conoce a menudo como "blotter" o "tabs". Esto se debe a que el LSD se suele dosificar en pequeños trozos de papel. 

El hijo problemático de Albert Hofmann

En 1943, cuando el mundo aún estaba en crisis debido a la Segunda Guerra Mundial, un químico suizo llamado Albert Hofmann descubrió los efectos psicodélicos del LSD.

Tras completar sus estudios de química en Zúrich cum laude, comenzó a trabajar para la empresa Sandoz en Basilea en 1929. Esta empresa farmacéutica fabricaba medicamentos, aislando los alcaloides activos de las plantas y sintetizándolos después. Varias décadas antes, la empresa había iniciado un proyecto para desarrollar un nuevo medicamento. Para ello, investigaron las sustancias activas de un hongo que crece en los cereales, llamado cornezuelo. Como los avances no progresaron, se dejó en suspenso en un momento dado, hasta que Hofmann decidió retomar el hilo en 1935. 

Sabía que los científicos de Estados Unidos también habían empezado a investigar de nuevo sobre el cornezuelo y ya habían hecho algunos descubrimientos. 

Tres años después, Hofmann había aislado una sustancia a la que llamó Lysergsüure-diüthylamid-25, o LSD-25. Las pruebas demostraron que los animales anestesiados se comportaban de forma inquieta. La droga se consideró inutilizable y se dejó de lado.

En la primavera de 1943, en un impulso, el químico sintió la necesidad de volver a examinar la sustancia. Esa misma tarde se sintió repentinamente indispuesto y abandonó el laboratorio antes de tiempo. Un poco mareado y muy inquieto, se tumbó en el sofá de su casa. Allí ocurrió algo increíble: con los ojos cerrados empezó a ver las más fantásticas imágenes y patrones caleidoscópicos de colores brillantes. 

Al poco tiempo tuvo claro que no estaba enfermo, sino que debía tratarse del efecto del LSD-25, del que debió ingerir una minúscula cantidad por falta de atención en su laboratorio.

Tres días más tarde, el 19 de abril, Albert Hofmann decidió deliberadamente tomar una dosis de la sustancia para probar su efecto. El día en que se produjo el primer viaje con LSD de la historia se conoce como "el día de la bicicleta", porque el químico se vio abrumado en su bicicleta por los intensos efectos de la potente sustancia alucinógena. Afortunadamente, fue lo suficientemente inteligente como para tomar sólo una fracción de una dosis activa "común", porque ya intuía que el LSD sería extremadamente potente. 250 microgramos resultaron ser una dosis considerable de LSD. 

Al día siguiente, experimentó una intensa sensación de conexión con todo, junto con una sensación de vida y frescura renovadas. Era el comienzo de una nueva era. Estaba claro que había descubierto una sustancia increíblemente poderosa que cambiaría el mundo entero.

¿Qué es el LSD?

Aunque el LSD se considera la sustancia alucinógena mejor investigada y con mayor impacto en nuestra cultura, su funcionamiento exacto aún no está claro. 

En la década de 1950, la empresa suiza Sandoz vio el potencial de la droga para su uso en psicoterapia. El fármaco experimental bajo la marca Delysid se utilizó en el tratamiento de personas con ciertos trastornos mentales y para la investigación científica. Se llegó a la conclusión de que los efectos de la droga se asemejaban al comportamiento mostrado por los pacientes esquizofrénicos, por ejemplo. 

El LSD tuvo un enorme impacto en la psiquiatría y en la forma de ver las enfermedades mentales en aquella época. En las décadas de 1940 y 1950, se publicaron unos 1.000 artículos científicos y se recetó LSD a unos 40.000 pacientes como medicamento. En aquella época, se hablaba inicialmente de terapia psicolítica hasta que surgió el término "psicodélico".

La CIA (Agencia Central de Inteligencia) de EE.UU. también experimentó con la droga, para ver si podía utilizarse como "agente de lavado de cerebro". La investigación secreta, llamada MK-ULTRA, resultó estar fuera de control. Durante esta investigación, se administró LSD sin consentimiento previo a empleados de la CIA, personal militar, médicos, enfermos mentales, prostitutas y otros ciudadanos de la sociedad. Los "conejillos de indias" no sabían que se les estaba administrando una fuerte droga psicodélica. Esto provocó al menos una muerte. 

En los años sesenta, el LSD gozaba de un estatus de droga alteradora de la mente por excelencia dentro de la cultura juvenil que formaba un contramovimiento y pretendía derrocar el orden establecido de la época. Varios intelectuales, como Timothy Leary, Alan Watts y Aldous Huxley, defendieron el uso masivo del LSD y otras drogas alucinógenas. Esto tuvo un gran impacto en la forma de pensar de los jóvenes de esta época. 

Sandoz, por su parte, había dejado de producir LSD debido a las numerosas controversias que provocaba. 

A finales de la década de 1960, se prohibió en Estados Unidos la posesión de esta droga para el viaje. 

En 1973, se puso fin al triunfo del LSD. La droga se incluyó en la lista de sustancias prohibidas sin ningún valor médico. También se interrumpieron los estudios que se estaban llevando a cabo en ese momento. La droga estuvo bajo llave durante varias décadas. 

Sólo en Suiza se permitió la psicoterapia legal con LSD hasta 1993. 

El renacimiento del LSD 

Hoy en día, el LSD vuelve a ser conocido como droga recreativa. También se ha dado nueva vida a los numerosos estudios que muestran resultados prometedores. Al mismo tiempo, sigue habiendo muchas reticencias y los investigadores entusiastas quieren evitar cometer un error tan grande como en el pasado, donde la droga cobró demasiada vida propia. 

Aunque el LSD tiene un interesante potencial como herramienta terapéutica en el tratamiento del alcohol, las adicciones, las cefaleas y las enfermedades terminales, entre otras, la ciencia sigue siendo crítica y cautelosa. 

Efectos

Como psicodélico clásico, el LSD produce una serie de efectos. Éstos dependen en gran medida del “Set & Setting”, un término acuñado por el infame Timothy Leary, conocido por sus controvertidas acciones en relación con el LSD en la década de 1960. Set & Setting determinan las expectativas del usuario que toma la droga, su estado de ánimo y sus experiencias pasadas. También tienen en cuenta el lugar en el que el usuario está viajando y con quién, factores que determinarán en gran medida la experiencia. 

Como concluyeron los científicos, un viaje con LSD en una habitación estéril de hospital es de una calidad totalmente diferente a un viaje en una sala de estar tranquila y de aspecto familiar. De ahí que muchas sesiones de investigación y terapia se lleven a cabo en salas especialmente desarrolladas con énfasis en un entorno "natural" y tranquilo.

Lo que un usuario puede experimentar a través del LSD incluye:

• Efectos visuales, tanto con los ojos abiertos como cerrados
• Cambio en la conciencia del tiempo
• Euforia
• Patrones de pensamiento muy complejos
• Capacidad de pensar profundamente de forma introspectiva

Sin embargo, también puede causar efectos no deseados como:

• Ataques de pánico
• Psicosis
• Paranoia

Este es un riesgo especialmente cuando el usuario tiene problemas psicológicos subyacentes, pero también cuando el Set y el Setting no son "correctos" y el usuario se siente incómodo. 

Efectos físicos:

• Energía: en general, un viaje con LSD se caracteriza por un aumento de la energía física, especialmente cuando se compara con drogas psicodélicas más naturales como la psilocibina. Una persona puede tener una mayor resistencia con el LSD, donde los esfuerzos físicos como el senderismo, la escalada y el ciclismo pueden mantenerse durante un largo período de tiempo, aparentemente sin ningún esfuerzo.
• Sensibilidad: el cuerpo bajo el LSD es más sensible al tacto, los sabores, los olores, etcétera. Los sentidos se agudizan de manera que las cosas cotidianas pueden sentirse mucho más intensas. 
• Temperatura: la temperatura del cuerpo puede variar bajo la influencia del LSD. Es común que los usuarios sientan calor, pero también es posible que alguien tenga escalofríos y mala circulación sanguínea.
• Náuseas: por lo general, cuando los efectos de la droga del viaje comienzan a hacer efecto, se reportan náuseas. Esta sensación suele remitir después de que el usuario haya vomitado, o tras el pico de la experiencia. Otros usuarios no experimentan esta sensación o lo hacen raramente. 
• Dilatación de las pupilas: El LSD hace que las pupilas se dilaten enormemente. 
• Otros efectos físicos son: calambres musculares, deshidratación, aumento del ritmo cardíaco y dificultad para orinar.

Efectos mentales:

• Concentración: bajo la influencia del LSD, un usuario puede experimentar una forma extrema de foco, en la que se puede realizar una acción con la máxima concentración. Las acciones parecen incluso ralentizarse un poco, lo que parece dar al usuario más control. Esto hace que la droga sea popular entre los artistas, pero también, por ejemplo, entre los desarrolladores de software de alta tecnología. 
• Euforia: el usuario puede experimentar una profunda felicidad, en la que se experimenta una fuerte sensación de conexión con el entorno.
• Experimentación de diferentes emociones: Se sabe que el LSD expone al usuario a una gama infinitamente amplia de emociones. Por lo general, éstas pueden ser experimentadas y procesadas de forma terapéutica. Sin embargo, es aconsejable no usar esta droga cuando se está de mal humor o se atrae mucha negatividad hacia uno. 
• Muerte del ego: es posible "morir" durante una experiencia de LSD, en sentido figurado. Tu propio "yo" se disuelve en el todo/nada y "tú" ya no existes. Esto puede ser tanto terapéutico como traumático.
• Pensamientos cíclicos: un efecto común del LSD es la recurrencia de patrones de pensamiento. Estos círculos o loops pueden repetirse ad nauseam.