Chamanismo: Trance con o sin sustancias psicoactivas

Autor: Elena Experta en experiencias (psicodélicos y plantas psicoactivas & medicinales), bloguera, pasión por la comida sana

Desgraciadamente, las sustancias psicoactivas siguen estando excesivamente vinculadas al término negativo de "drogas", siendo interesante señalar en este contexto que el término americano de drogas significa "medicina".

Hace casi medio año que vivo en una yurta en Eslovenia. Cuando recuerdo mi vida en la ciudad, me doy cuenta de lo que he echado de menos durante todo ese tiempo y de lo que anhelaba con fuerza: sentirme más conectada a la naturaleza. Desde entonces lo he encontrado y estoy muy agradecida por ello.

Mientras tanto, es invierno y me despierto por la mañana con un carámbano colgando de la nariz. Nubes frías de aliento flotan por la habitación de forma redonda, que afortunadamente es luminosa gracias a las ventanas que dan al sur. La vista de la cresta húmeda y de las copas de los árboles nevadas me hace sentir tranquila.

El ritmo lento de esta estación se hace notar, las muchas veces que estoy al aire libre y en el frío me despejan. Mi nivel de energía disminuye a medida que el sol comienza a hundirse en la tarde. Mi ritmo de sueño ha cambiado drásticamente y a veces me siento como una marmota hibernando.

El poder de la naturaleza está en todas partes

Para mí, estar más conectado con la naturaleza significa ser más consciente de la sabiduría y los poderes ocultos del mundo de las plantas, los animales y los elementos naturales. En casa, en la ciudad, ya intentaba prestar atención a esto. Las lecciones que puedo aprender de lo "salvaje", ya sea la libertad de una paloma que vuela por encima de mí o un montón de hierbas que se abren paso entre el asfalto. O un viento fresco soplando en mi pelo. 

La naturaleza prístina del medio ambiente aquí, hace que sea más fácil para mí hundirme en esta conexión. Levantarse por la noche, ponerse rápidamente algo de abrigo y salir a admirar un cielo brillante lleno de estrellas. Una estrella fugaz es como una plegaria del universo. O escuchar a los búhos que se saludan y avisan con sus extrañas llamadas. Y el silencio, en el que incluso contengo la respiración para no producir ningún sonido. El crujido de una rama seca suena como un trueno. 

El encuentro con el tambor chamánico

Durante mi estancia aquí entré en contacto con varias personas interesantes. Todos están cerca de la naturaleza y estuvieron encantados de mostrarme cómo recorren su camino vital. Debido a mi interés por los psicodélicos y la espiritualidad, me involucré fácilmente en conversaciones interesantes. La gente habló de sus experiencias con la ayahuasca y el San Pedro y de las importantes lecciones que aprendieron.  Lo que más se me quedó grabado fue el encuentro con el tambor chamánico. Un hermoso instrumento, hecho de la piel de un ciervo, con un mango de madera de hermosa forma. Hecho a mano. El sonido que salía de él era profundo y poderoso. El oleaje de la hoja penetraba profundamente y el ritmo bajo y lento tenía algo de primitivo y penetrante. Al igual que con los psicodélicos, es posible utilizar el tambor para entrar en otro estado de conciencia y tener una experiencia profundamente curativa. 

El ritmo del tambor se ha comparado con el latido del corazón, el comienzo mismo, el signo de la vida. Cuando eras un bebé en el vientre materno, fuiste consciente por primera vez de un ritmo. Un ritmo que no se oía, sino que se sentía, tan cerca del cuerpo y los latidos del corazón de la madre. El objetivo de los tambores es: entrar en trance. Puede verse como un estado de conciencia en el que las "puertas" están más abiertas a otras frecuencias del universo.

Por lo tanto, para los chamanes, el tambor es un instrumento para viajar, aprender y sanar. El tambor rítmico es también una forma de romper más el ego. Puede verse como una forma de meditación en la que se vive fuertemente en el Ahora.

Ceremonia comunitaria

El tamborileo se realiza a menudo en grupo, como si fuera una ceremonia en la que las personas acompañan el ritmo. Esto se ha hecho durante siglos en las comunidades. El ritmo permite que el cuerpo se libere de su postura rígida y que los miembros vuelvan a moverse. Esto ocurre de forma espontánea. 

Una hermosa historia que conocí tuvo lugar en Senegal. En un pueblo, la gente se reunía todas las tardes al pie de un gran árbol especial. Lo llamaban el Árbol de la Paz. Todos los habitantes llevaban tambores, sonajeros y palos. En círculo, cada uno comenzó a tocar su propio instrumento y a crear su ritmo, creando una cacofonía de ritmos. Como la intención de todos era mantener la paz y crear armonía, pronto surgió algo interesante: en algún momento, los diversos sonidos se fundieron en un hermoso conjunto.

Trance en la pista de baile

Aún hoy, la gente se mueve en grupo al ritmo de ritmos que promueven un estado de trance. Aunque una fiesta a todo volumen con música electrónica desprende un ambiente muy diferente al de asistir a una ceremonia chamánica de tambores, en su raíz puede estar estimulando un cambio de estado de conciencia.

Para la mayoría de los fiesteros, ha pasado mucho tiempo desde que se desmelenaron en la pista de baile. ¿Recuerdas las veces que te dejaste llevar completamente por el ritmo? Con o sin drogas, la noche te daba alas para poder volar lejos de la rutina diaria. 

Cuando pienso en mi vida nocturna, ha habido varias veces en las que entré en trance, me dejé llevar por completo. La vez que más se me queda grabada es uno de los últimos conciertos en directo a los que asistí antes de la pandemia. Fue en Bruselas. El batería de Lightning Bolt golpeaba con tal velocidad que casi parecía que sus platillos volaban en pedazos. El ritmo del tambor se apoderó de todo mi cuerpo y me moví, como si no pudiera parar. El espacio en el que me encontraba pareció disolverse y me convertí en uno con el sonido del tambor. Los pensamientos se desvanecieron, ya no me preocupaban las personas que me rodeaban, ni el futuro ni el pasado. Sólo existía ese momento, esa sensación de puro éxtasis.

La música terminó y volví a la tierra. Me di cuenta de lo absorta que había estado en el momento y de cómo el tambor me había arrastrado.

Kratom y baile extático

Fue una noche sin alcohol ni otras drogas duras. En su lugar, había tomado kratom y resultó ser una opción perfecta para estimular el trance en el que me encontraba. 

El kratom es un árbol cuyas hojas se utilizan desde hace siglos en Asia por sus versátiles propiedades. En dosis bajas, produce un efecto estimulante y energizante, mientras que en dosis altas es sedante y relajante. Las propiedades analgésicas del kratom también son interesantes para las personas que consumen opiáceos y quieren dejarlos. Por mi propia experiencia, he descubierto que el kratom y el baile son una combinación de oro para sumergirme totalmente en el momento.

Microdosis de psilocibina en el bosque

Mientras tanto, las fiestas con ritmos que pueden ponerte en trance han muerto hace tiempo. Además, la paz y la tranquilidad de la naturaleza me hacen sentir menos necesidad de ruidos, multitudes y colores brillantes. Quizá te reconozcas en el anhelo de silencio, en el que tu propio latido vuelve a ser audible.

Yo tampoco he disfrutado de una dosis fuerte de psicodélicos en mucho tiempo, ya llegará el momento. De vez en cuando doy un paseo y una microdosis de hongos, lo justo para expandir un poco mi conciencia y crear más apertura para conectar con mi entorno. Siempre es muy especial lo que puede surgir entonces. Hasta ahora siempre he ido con mi amigo y estar juntos adquiere otra dimensión bajo la influencia de la psilocibina. Somos dos niños jugando y escuchando el bosque.

Elena Experta en experiencias (psicodélicos y plantas psicoactivas & medicinales), bloguera, pasión por la comida sana

Elena estudia agricultura orgánica y biodinámica porque, además de los psicodélicos y las plantas psicoactivas y medicinales, también le apasiona la comida sana. Aprender sobre el sistema endocannabinoide, los diferentes cannabinoides y los terpenos es súper interesante.

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